Habla con integridad. Di solo lo que quieres decir. Evita utilizar las palabras para hablar en contra de ti o para chismear sobre los demás. Usa el poder de tus palabras en la dirección de la verdad y el amor.
Encuentra el coraje para hacer preguntas y expresar lo que realmente deseas. Comunícate con otros tan claramente como sea posible para evitar malentendidos, tristeza y drama. Con solo este acuerdo, puedes transformar tu vida completamente.
En cualquier circunstancia, simplemente haz tu mejor esfuerzo, y evitarás el juicio propio, el abuso propio y el arrepentimiento. Lo mejor de ti cambiará de un momento a otro: será diferente cuando esté saludable en lugar de enfermo. Si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio.