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‘Vive y deja vivir’, el credo de Alejandra Guzmán

El tema fue lanzado recientemente, y lo hizo con el músico puertorriqueño Ñengo Flow, y un video animado en el que Guzmán aparece con fama de mala compañía, un ‘look’ alternativo y varios personajes se alejan de ella porque la consideran un mal ejemplo.

Roquera nata, Alejandra Guzmán es la rebelde con causa mexicana de la música. Fue capaz de hacer una exitosa carrera en solitario y de seguir en el circuito comercial de la música pese a todos los cambios. 

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La cantante de ‘Hacer el amor con otro’, ‘Volverte a amar’, ‘Más buena’, ‘Mírala, míralo’ y ‘Loca’ le respondió un cuestionario.

¿Cómo nace su relación con Ñengo Flow?

Nos conocemos por teléfono, nunca nos hemos visto, a él le gusta lo que yo hago y a mí, lo que él hace. Invitarlo para ‘Vive y deja vivir’ me pareció perfecto, la canción es un llamado a no juzgar y a respetar las diferencias, por eso quise hacer un tema con varios géneros porque la letra, la música y el video son un mensaje de integración y respeto por el otro, así sea opuesto a lo que piensas.

Precisamente, la canción tiene mucho ‘swing’ y sabor, mezcla géneros y la aleja de su fama de roquera. ¿Cómo fue dar este paso?

Siempre me he atrevido a hacer cosas nuevas y en la música, más, nunca le he tenido miedo a nada. El rock, más que un género musical, es un estilo y filosofía de vida con la que me he identificado desde que soy una niña, así que eso nadie me lo quita.

Esta canción está hecha con pasión. Tiene ritmos muy frescos que te llevan a un lugar cálido, de playa, pero su letra te habla de vivir sin restricciones, liberándote del miedo al qué dirán… Eso es puro rock.

Al recorrer su carrera hay una gran variedad de letras. Cuénteme un poco del trabajo de creación con ‘Vive y deja vivir’.

Quise hacer una canción diferente, y esta es el resumen de mi experiencia de vida. “Ser o no ser” es una frase de Shakespeare que quise traer porque, al final, si no te atreves vas a terminar sin realmente haber dejado huella, como si no hubieras existido nunca, y ahí radica la importancia de atreverse, de marcar diferencia.

Cuando te dedicas a vivir tu vida y dejas de vivir la de alguien más, encuentras la verdadera felicidad. Y eso es lo que siempre he querido con mi música: hacer feliz a la gente e inspirarla. 

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A lo largo de su carrera ha sido rebelde con sus letras, y eso la lleva a tener muchos seguidores de todas partes. Pero ¿cómo son sus nuevos ‘fans’, cómo la encontraron los más jóvenes?

Tengo nuevos seguidores todos los días porque me ven por televisión desde que soy ‘coach’ en ‘La voz’ en Estados Unidos con mis amigos Wisin, Carlitos Vives y Fonsi, y así más gente nueva me está conociendo.

Eso me hace feliz porque a ellos les gusta lo que represento en el programa, y cuando me descubren en plataformas o redes se quedan, ven que, ante todo, soy auténtica, y en la sociedad de hoy en día eso tiene mucho valor.

Una de las canciones más importantes de su carrera sin duda es ‘Mala hierba’, de 1993. De esa canción a hoy, ¿cómo siente que ha ido cambiando su manera de crear y ver la música?

Son ya 30 años de carrera en los que he aprendido una gran cantidad de cosas; esa canción en particular me ha dado muchas cosas buenas en mi vida, reveló y le dio alcance mundial a mi identidad, y la letra hizo que muchas mujeres se sintieran empoderadas y se atrevieran a todo.

Hasta este momento, eso no ha cambiado, todas las canciones que he hecho tienen esa intención. Y me hace feliz cuando escucho que mi música se convierte en la banda sonora de mi gente en todo el mundo, siento satisfacción y agradecimiento. 

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¿Cómo le ha ido en estos días tan diferentes?

Los últimos cuatro meses los pase en mi casa en Oaxaca, con la naturaleza. De ahí salí para Ciudad de México, para iniciar la promoción de mi sencillo, y luego la grabación de ‘La voz’ en Estados Unidos. Me he cuidado muchísimo, con tapabocas y todo… El cambio ha sido drástico.